Alérgica a la planeación en recuperación... –.-

Hoy es Domingo, día en el que usualmente planeo mi semana.

Te confieso que esta actividad no era una de mis favoritas. Planear, significaba decir “sí” a algunas cosas y decir “no” a muchas otras. Y bueno, no me sentía muy bien diciendo “no”… creía que si lo hacía, me iba a perder de algo porque para mí todo lo que yo quería hacer, era super importante y me estaban llevando directo a un mejor futuro (según yo 😒) aunque llegara a ese futuro seca y quemada.

No podía seguir así pero ahí estaba, aferrada a una “agenda llena”, con mil cosas por hacer aunque en realidad sólo avanzaba algunas pocas. Tenía que hacer algo, pero qué?

Recurrí a mi herramienta favorita: Pensar (aunque también es la causante de que no avance mucho porque me quedo pensando y no accionando 🥴) pero en fin, después de mucha reflexión, entendí la razón detrás de mi conversación interna: No tenía PRIORIDADES.

Y al no tener claras mis prioridades ni lo que en verdad quería, por supuesto que no me sentía a gusto planeando. Este ejercicio ponía en evidencia que NO tengo tanto tiempo disponible como creo porque, entre el trabajo, las horas para dormir, las de responsabilidades del hogar y algunos compromisos ya establecidos, el tiempo que me restaba ya no era tanto como me imaginaba.

Pero no te creas que al darme cuenta de esto me decidí a hacer lo que tenía que hacer (establecer prioridades)… noup, seguí aferrada al “no quiero limitarme tanto” (inserte emoji tapándose la cara con una mano).

Así estuve durante un tanto tiempo hasta que por suerte, me harté de todo. Me cansé de quejarme y de escribir siempre lo mismo en mi Journal por lo tanto, decidí cambiar.

Empecé a reflexionar en todas aquellas cosas que empezaba y nunca terminaba, en esas que en realidad ya no me interesaban tanto pero seguía aferrada y en las que sólo eran un capricho o una forma de alimentar mi ego o buena imagen de cara a los demás.

Cuando “depuré mi lista”, fue increíble ver que no quedó casi nada. Era verdad que no todo era “importante” y si te soy sincera, desde ese día las cosas han sido un poquito más sencillas en ese sentido (thanks god 🙌).

Es más fácil repartir las actividades de 2 o 3 objetivos importantes a lo largo de 7 días… que intentar avanzar un poco en 20 cosas diferentes y ni te cuento de los malabares para intentar encajar las distracciones que aparecen (porque ME ENCANTA distraerme, sobretodo con series de #TrueCrime jaja).

Aveces, la respuesta es evidente, pero requiere de un paso. Nuestro paso.

¿Qué paso necesitas dar tú?🧐

Ahora, cada Domingo en el que me siento a planear mi semana, lo hago con más tranquilidad, sin sentirme ahogada. Eso no significa que hago todo lo de mi lista sin rechistar, nop… procrastinar es otro tema jaja pero al menos, tengo más claridad. Sé en dónde está puesto mi enfoque en este momento, lo que es prioritario para mí y cómo alcanzarlo sin ahogarme en un vaso de agua.

No estoy intentando lograr mil cosas al mismo tiempo ni creerme la más ocupada de la bolita del mundo… se siente raro tener más tiempo disponible, pero se siente bien. Así como también se siente bien ver cómo integro nuevos hábitos, termino nuevos cursos y salgo a caminar super tranquila porque el tiempo me sobra, o al menos tengo el suficiente para realizar lo que es importante sin estresarme.

Mi deseo es que si estás donde yo estaba (sintiendo que la vida no te alcanza para nada), puedas tomarme el tiempo para identificar todo lo que “está en tu plato” y determinar si en realidad es necesario seguir dispersando tu atención en ellos o si este es el mejor momento para quitar algunas cosas y las que queden, priorizarlas en base a su importancia o relevancia en la persona que eres hoy.

No es tarde, nunca es tarde. Empieza hoy! 💕